Estar en la cumbre de la pirámide no significa que uno pueda aprovecharse de los que están abajo, sino de tener una visión amplia de las cosas y actuar en consecuencia. Eso debiera ser la política, y no un club de elite donde mirarse el ombligo y regalarse trajecitos.
O bueno... si han de regalarse algo, que regalen camisetas.
El ciudadano lo agradecerá.
Por lo del ahorro, digo.